Una de esas noches en la que estas desvelada; te apetece poner una canción bonita, melancólica y, de ser posible una de esas que dejan huella. Se te antoja un helado de chocolate, dicen que cura las penas. Y si lo pienso bien, tampoco tengo penas. Soy yo, y mis hormonas que me hacen hundirme en tu mirada, ya perdida. Pero ahí afuera hay miles de miradas que me aportan algo más que tus miedos. Los que no te dejan ser tú. Los que puede que algún día necesiten a Mitzi, pero puede que Mitzi, ese día, ya no los necesite.
ATENTAMENTE: Nunca Tuya...
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